“Hace cinco siglos nació este sistema,
que universalizó el intercambio desigual
y le puso precio al planeta y al género humano.
desde entonces, convierte en hambre y
dinero todo lo que toca...
Necesita la organización desigual del mundo..." Eduardo Galeano
La duda, se manifiesta de la forma menos pensada.
Acude a disfraces. Siempre sorprende.
La pregunta siempre molesta. Te toma desprevenido. Te hace un takle, como en el rugby. Nos deja tumbados por un rato, hasta que vamos elaborando una posible respuesta.
Detrás de una afirmación se oculta una pregunta. A partir de una convicción hay alguien que está dudando, que está cuestionándose tal afirmación. Tanto la afirmación como la convicción – en apariencia inapelables – están pidiendo a gritos una rectificación. Algo de lo que sucede no está siendo del todo claro, pugna por ser develado, no acepta la naturalización.Una sola pregunta puede activar la reflexión sobre una conducta.
El sistema invade con respuestas nuestras dudas.
Respuestas que traen un disfraz: el de saciar con mentiras lo que sucede. Pero el carnaval se agota y los trajes de arlequín son abandonados donde vuelve a emerger la pregunta, que vuelve a hacernos reflexionar nuestras conductas.El sistema no avala otra pregunta que no sea para su realimentación, solo en un nivel de superficie. Aquellos interrogantes que apunten a lo profundo serán desprestigiados. Pregunta que devele la corrupción, el engaño y el enriquecimiento ilícito habrá de callarse. ¿De qué manera?, triplicando la oferta con más certezas, con más disfraces.El sistema condiciona y contagia al resto del espectro social con afirmaciones que no dan lugar al cuestionamiento.
La sugerencia es que intentemos elaborar nuestras propias respuestas.
La duda es el motor del saber y la certeza va cerrando las posibilidades de seguir investigando más a fondo las cuestiones.La pregunta es la sabia por la que se activa el motor del pensamiento.
Pensar realimenta nuestro hacer, nos pone en movimiento hacia nuevos saberes.
“Una sola pregunta trae consigo el embrión de la respuesta”.
¿Cómo es esto?: cuando un sector de lo real nos interesa nuestro indagar no es ingenuo, tiene dirección. Es decir, que preguntamos desde un saber previo.
Mi humilde propuesta sería asombrarse, intercambiar ideas - aunque por momentos te parezcan un poco viejas - y que puedan ser pensadas de nuevo. Ponerlas "en cuestión". En otras palabras...: Construir un espacio "tierno" para contrarestar "lo cruel" que viene ofreciendo el sistema desde hace mucho. Desandar los significantes ya gastados para caminar otros senderos
viernes, 10 de julio de 2009
Los Senderos de la Pregunta
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