En la calle el paisaje tan conocido se abre a tu percepcion. Frescas imágenes de la infancia que creiste ya perdidas. La brisa fresca de este año es similar a aquel anhelo de felicidad permanente de la infancia. El aroma de un matecocido en las tardes. Las galletas marineras. El arrullo de la noche que te va trayendo el sueño. El olor a pasto recien cortado mezclado con jazmin del pais. El gusto del cigarrillo que te embriaga el paladar. El sabor rasposo en la lengua por la lluvia pronta a caer. Y tanto más...
Son solo unos segundos en la que nuestra memoria viaja veloz hacia atras y se proyecta a la vez. (imposible de futurar sin revisar brevemente hacia atras).
Un destello de bienestar que inunda el alma de placer. Y te agarrás de esa sensación antes de que estas humildes palabras la conviertan en otras que no podran darte todo el sentido.