jueves, 22 de diciembre de 2011

balance

Nada en el mundo en el mundo es exactamente como uno desea, y no hay un solo día que transcurra tal como uno hubiera querido. Pero aún así, uno puede extraer el mejor resultado de cualquier asunto cuando lo enfrenta con magnanimidad. Todo lo que sucede en la vida encierra una lección y puede se utilizado como materia prima de un mayor crecimiento. Nada puede derrotar a la persona que ha decidido vivir de este modo.

Sugerencias para el triunfo cotidiano.

a) Cada vez que se presente una buena oportunidad, actúa con firme determinación. No titubees.

b) Ten la firme y tenaz voluntad de resistir lo que debas soportar. No te rindas.

c) Cuando debas resolver asusntos, siempre evalúa las cosas profundamente y conserva la compostura . No seas superficial.

d) Frente a cualquier cambio en las condiciones, responde velozmente.

.......................................................................Lü Kun (1536-l618)

domingo, 18 de septiembre de 2011

El Bambú Japonés

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se impacienta frente a la semilla sembrada, halándola con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: ¡Crece, por favor!
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad,no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡mas de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad,este bambú estaba generando un complejo sistema de raícesque le permitirían sostener el crecimiento, que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana,muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo. De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasionesestaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante. En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que "en tanto no bajemos los brazos" ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo, dentro nuestro… Estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener/se. Si no consigues lo que anhelas, no desesperes... quizá sólo estés echando raíces...








domingo, 14 de agosto de 2011

don "Salva"

El número del puesto era el 23. Pero ahora tienen otra numeracion y estan mas hermosos ya que el gobierno de la ciudad los cambió cuando remodelaron el parque con esas rejas que a la final no separan nada. El viento pasa lo mismo ... vistes?Yo no se estos politicos por qué no se dedicarán a gobernar y a dejar tranquilos a los patrimonios. Porque a don Salva lo tendrian que nombrar ciudadano ilustre. Su aporte a la cultura ha sido grande. No te dejaba caer cuando visitabas su puesto. Te salvaba de la trizteza de los domingos por la tarde, de la fiaca del lunes por la mañana o te convidaba un mate en cualquiera de los demas días y el alma se reconstituía.
Salvador luchó mucho para que no se abriera una calle donde estaban los libros. Y lo logro. Pero te cuento una sola de las tantas anécdotas que viví con ese andaluz que te hacía reír por cualquier cosa.
Vos te acercabas al puesto de el y había gente que se la pasaba horas hablando, revisando los ejemplares, tomando un café ( ya que el cafetero del parque paraba en su puesto ).
Bueno. Una tarde yo revisaba unos libros mientras don Salva conversaba con una señora. Le hablaba de su mascota. Que por culpa de su mascota se iba a tener que pasar esa noche en el parque. Que se iba a quedar sin dormir y juntando hormigas hasta el amanecer del día siguiente.Y obvio que la señora le pregunta inocentemente qué tipo de mascota.
Y él le contesta. Cómo que mascota... cómo que qué mascota. Mi oso hormiguero señora... que se cayó ayer de un camión jaula que venía de Australia justo aca en la calle Rosario donde estan los puestos de libros.Fíjese que lo vinieron a pedir del zoológico pero el me eligió a mí como su dueño y yo tambien me estoy encariñando.
Un oso hormiguero ! En serio... me lo esta diciendo en serio?
Es que mi oso hormiguero es cachorrito y come demasiado pero solo le gustan las hormigas coloradas sin antenas.Tiene que ver lo simpático que es.Lo más trabajoso no es buscar las hormigas, eso es sencillo, lo jodido es sacarle a cada una las antenas.
Y te lo decía serio. Serio. Acostumbrado a las tablas por eso de mantener la tensión de la cara de poquer para que el chiste tuviese efecto.
Había que estar cerca de esa escena y aguantar de reírse a las panzadas solo por ser cómplice de la humorada. Pero don Salva se lo merecía.Y despues , sin que se le mueva un músculo de la cara, agarraba una bolsa de residuos y una palita y le pedia a la señora que le cuidara el puesto.
Mentiras, aprovechaba para ir al baño que estaba cruzando la calle, en un barcito del que era cliente.

jueves, 28 de julio de 2011

Un tal Eduardo Galeano

Si se te pierde el alma en un descuido *

¿Qué hace esa india Huichola que ésta por parir? Ella recuerda. Recuerda intensamente la noche de amor de donde viene el niño que va a nacer. Piensa en eso con toda la fuerza de su memoria y su alegría. Así el cuerpo se abre, feliz de la felicidad que tuvo, y entonces nace el buen huichol, que será digno de aquel goce que lo hizo.
Un buen huichol cuida su alma, su alumbrosa fuerza de vida, pero bien sabe que el alma es más pequeña que una hormiga y más sueva que un susurro, una cosa de nada, un airecito, y en cualquier descuido se puede perder.
Un muchacho tropieza y rueda sierra abajo y el alma se desprende y cae en la rodada, atada como estaba nomás que por hilo de seda de araña. Entonces el joven huichol se aturde, se enferma. Balbuceando llama al guardián de los cantos sagrados, el sacerdote hechicero.
¿Qué busca ese viejo indio escarbando la sierra? Recorre el rastro por donde el enfermo anduvo. Sube, muy en silencio, por entre las rocas filosas, explorando los ramajes, hoja por hoja, y bajo las piedritas. ¿Dónde se cayó la vida? ¿Dónde quedó asustada? Marcha lento y con los oídos muy abiertos, porque las almas perdidas lloran y a veces silban como la brisa.
Cuando encuentra el alma errante, el sacerdote hechicero la levanta en la punta de una pluma, la envuelve en un minúsculo copo de algodón y dentro de una cañita hueca la lleva de vuelta a su dueño, que no morirá.


* relato perteneciente a "Memoria del Fuego" Vol. II

lunes, 18 de julio de 2011

Feeling's 98

Te recuerdo que por aquellos días...


elegí ser pasajero de tu vida. Apuré mis pasos por alcanzarte. Te acompañé algunos tramos (y me sentí -digamos- cómodo de recorrer los mismos parajes. Qué placer llegar juntos ... a la misma estación. Qué emoción tomar tu mano para conversar.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pero (siempre hay un pero)...
caí en la cuenta (un poco tarde) de que vos ibas en "primera" mientras yo "en clase turista" desde tu perspectiva. De que vos arribabas casi siempre a un lugar nuevo y yo al de siempre.
Vos: maquinista. Yo: vagabundo.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . así que (siempre hay un así que)...
en la curva menos pensada me animé y me tiré entre el follaje. Si. Te tomé distraída. Era imposible seguir rodando tus rieles. Soportandotraqueteos. Abrazandomeatucuerpo.
Sin tener decisión sobre mi destino.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tal vez (es mejor que haya un tal vez)
desde la libertad volviera o volviese (lo que mas gustes) a SER aquel que alguna vez
admirasteperseguisteconquistaste
Ese que de vez en cuando (solo de vez en cuando)
te hacía detener el tren (de tus caprichos)




viernes, 8 de julio de 2011

Ultimo vagón



Ella, no sabe que él esta en el anden.
El, no sabe que ella esta en el último vagón.


Por cuestión de segundos, no se ven.
El, por encender un cigarrillo.
Ella, por atender un mensaje de texto.


Y el tren, que se pierde en la tarde.


sábado, 29 de enero de 2011

De viajes y andenes.

Dónde termina la estación de trenes, dónde comienza.Tal vez las rejas ya no dividan derechas de izquierdas, tal vez ya no le interese a nadie. La cuestión es que ya no detienen a nadie.Porque un tren que llega son cientos de historias de vida que arriban de ningún lugar y de todos al mismo tiempo. La estación es un espejismo custodiado por andenes. Nosotros, miramos sin ver desde nuestra ventanilla. Nos bajamos -con los ojos- a recorrerla un rato, hasta donde lo permite la osadía.Hay quienes se bajan a destiempo de una esperanza. Otros se dejan llevar pasivamente hacia una promesa. Alguien posterga su deseo y parte a lo desconocido. Otro espera bajar "milagros" en Santos Lugares o anhela ver subir ramilletes de nomeolvides en Ramos Mejía. De vez en cuando ves un beso que se ofrece de sopetón en el estribo o ese otro beso nuevo y apasionado que "de un saltito" te lo roban.Y el guardia que viaja "de colado", y los gendarmes que te dan más miedo que los pungas. Dónde empieza, dónde culmina esa sensación de infancia.Hace tanto calor que hasta los durmientes se desenroscan los bulones para desperezarse frente a los andenes que parece que jugaran ajedrez con fichas humanas. Y más allá, en la ventana de un bar de esa parada, lo ves al poeta que esta escribiendo esta historia.Un tiempo que no ha de volver y otro que jamás a de llegar habitan en el pitido del tren que comienza a desandar los relojes y se empieza a mover. Un tren al partir despeina ese pastito salvaje que crece y crece en medio del cemento que trata -inútilmente- de sepultar a la tierra que sigue viva, llena de historia y memoria por viejos reclamos populares.Un tren que por fin se aleja, que parte en dos las horas caldosas del atardecer de un día cualquiera, parecido a tantos otros. Cuál es el verdadero viaje: el del que esta en el convoy o será que el que viaja es el paisaje, siempre en sentido contrario a nuestro deseo empecinado en llegar a ningun lugar y a todos al mismo tiempo.
¿Será cierto eso de que "el verdadero viaje es el que todavía no hicimos"?