
Estan las cosas que no se ven y que sin embargo nos construyen la mirada. O las palabras que decimos casi sin hablar y de todos modos son escuchadas por los otros. Está lo que oímos y jamas se ha dicho ni en esta vida ni en las anteriores . En fin. . . andamos por lugares que no conocemos con una valentía que parece no teníamos.
Vamos y venimos por escenarios invisibles a tientas hasta que los otros nos muestran la realidad y los podemos palpar. Es ahi donde comenzamos a percibir de otra manera lo que nos pasa.
La mesa no existe aún solo son pedazos de madera rustica desparramados por el taller de algun carpintero. La luna tardará en llegar a la noche en que ellos crucen sus labios en un beso. Pero cuando ellos ya se hayan embarcado en la posibilidad de estar juntos por un rato largo ya la mesa y el beso perteneceran a un escenario invisible.
Belleza en el alma,que detecta la existencia de estos escenarios.
ResponderEliminarUna genialidad!!!